Pinguicula grandiflora L. Grasilla.
En las proximidades de las fuentes y entre los musgos, podemos encontrar la Grasilla, una de las pocas plantas insectivoras que pueblan nuestro Valle. Su nombre proviene de pinguis, graso, refiriéndose a la sustancia viscosa que impregna sus hojas. Dicha sustancia, hace que se queden pegados los insectos que se posan en ellas y que disuelve sus partes nitrogenadas, quedando únicamente las partes duras de ellos como son los élitros etc, que permanecen adheridos y que podemos observar cuando las encontramos.´
Sus hojas son más largas que anchas, lo que la diferencia de la variedad Pinguicula vulgaris. Tienen un color verde amarillento que las hace resaltar con facilidad. En los primeros días del verano brota su flor azul con un espolón en su parte trasera. En medicina se ha usado como purgante y en el tratamiento de heridas. Por último diremos que la sustancia pegajosa se ha usado igualmente para cuajar la leche.
Sus hojas son más largas que anchas, lo que la diferencia de la variedad Pinguicula vulgaris. Tienen un color verde amarillento que las hace resaltar con facilidad. En los primeros días del verano brota su flor azul con un espolón en su parte trasera. En medicina se ha usado como purgante y en el tratamiento de heridas. Por último diremos que la sustancia pegajosa se ha usado igualmente para cuajar la leche.
Imagen tomada en las inmediaciones de la Laguna de Leitariegos en el mes de Julio.
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