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Drosera rotundifolia L. Atrapamoscas.
Planta perenne que habita en los humedales. Su nombre proviene del griego droserós humedecido por el rocío. Esta pequeña planta está compuesta por una roseta de hojitas basales, parte más curiosa y vistosa de la planta. Dichas hojitas o laminillas de forma redondeadas tienen de 2 a 4 cm. incluido su largo peciolo. La superficie superior de las laminillas está cubierta de unas glándulas rojas, que al igual de los pelillos largos que las circundan, igualmente rojos, excretan una sustancia pegajosa –mucílago- en el que quedan pegados los insectos atraídos por su llamativo aspecto. Del centro de la roseta crece un tallo muy fino, liso y de color rojo oscuro, de entre 10 a 20 cm. de alto, en cuyo extremo surgen unas pequeñas flores blancas de cinco pétalos.
Planta perenne que habita en los humedales. Su nombre proviene del griego droserós humedecido por el rocío. Esta pequeña planta está compuesta por una roseta de hojitas basales, parte más curiosa y vistosa de la planta. Dichas hojitas o laminillas de forma redondeadas tienen de 2 a 4 cm. incluido su largo peciolo. La superficie superior de las laminillas está cubierta de unas glándulas rojas, que al igual de los pelillos largos que las circundan, igualmente rojos, excretan una sustancia pegajosa –mucílago- en el que quedan pegados los insectos atraídos por su llamativo aspecto. Del centro de la roseta crece un tallo muy fino, liso y de color rojo oscuro, de entre 10 a 20 cm. de alto, en cuyo extremo surgen unas pequeñas flores blancas de cinco pétalos.
La Drosera se alimenta con los insectos que quedan adheridos en la superficie de sus hojas a los que disuelve sus sustancias nitrogenadas. Los insectos son atraídos por el color de sus hojas y quedan atrapados en las gotitas brillantes, dulces y pegajosas de mucilago, agitan sus alas, lo que hace que los pelillos próximos se adhieran formando un fatal abrazo sobre ellos.
El mucílago segregado por la Drosera, al igual que el que segrega la Pinguícula, tiene propiedades similares. Servían en la antigüedad para cuajar la leche, y en medicina eran empleados como antiespasmódicos, antinflamatorios y facilitantes de la cicatrización de las heridas, pero hemos de advertir que ambos tiene muy serias contraindicaciones.
Estas imágenes están tomadas a escasos metros de la orilla de la Laguna de Leitariegos en los últimos días del mes de agosto donde crece ente musgos conviviendo con otra atrapamoscas, la Pinguicula grandiflora con sus mismas inclinaciones insectívoras, Gentiana pneumonante y Parnassia palustris.
He llegado por casualidad a tu blog y me ha encantado lo seguire!!
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